La muchacha Chongchong
El segundo epeo, narrado también por Manwel Longkomil, está basado en la costumbre de los kalko de desdoblarse durante la noche: mientras su cuerpo queda tendido de espaldas, su cabeza se desprende y sale a volar como un pájaro monstruoso, lanzando su canto agorero que anuncia la desgracia y la muerte. En este estado, el kalko es particularmente vulnerable, ya que si alguien voltea el cuerpo decapitado, poniéndolo de costado, la cabeza al regresar, no puede unirse nuevamente al cuerpo y el kalko muere decapitado.
— Adalberto Salas. El Mapuche o Araucano. Fonología, gramática y antología de cuentos. (1992: 274)